Actualización de Reclutamiento: Ciudad de México
A principios de Octubre Dr. Dickey, Dr. Esparza Ochoa, y Annelise Kahler, nuestra nueva Coordinadora del Programa de GML, viajaron a la Ciudad de México con la Comunidad Bautista Cooperativa (CBF), un viaje organizado por Javier Pérez – Director de Programa de Misión Global e Impacto de CBF y asesor de los esfuerzos de reclutamiento de GML en Latino América. Junto a otros catorce participantes de varios estados, organizaciones de estado e iglesias, visitaron un Centro de Desarrollo Infantil Temprano en Tepipilli, una comunidad periurbana en las afueras de Xochimilco y formaron conexiones con el Seminario Teológico Bautista en la Ciudad de México. El Dr. Esparza Ochoa también coordinó reuniones con Dr. Pedro Isnardo De la Cruz Lugardo, un profesor de Trabajo Social en la Universidad Autónoma de México (UNAM) y con tres estudiantes de la UNAM.
El Seminario Teológico Bautista en la Ciudad de México, invierte en el desarrollo teológico indígena a lo largo de México enfocándose en poblaciones marginadas. También trabajan para integrar el “Cuidado de la Creación”, la enseñanza de la agricultura y sostenibilidad, como parte de su marco bíblico. Tienen personal que provee entramiento y discipulado dentro de estas comunidades marginadas. El personal de GML se sintió identificado con el enfoque en empoderar a estas comunidades para cuidar de la creación a su cargo.
Hendi Espino and Tomás Chapman lideran el movimiento de COMPA (Compañerismo Estudiantil) en la UNAM, COMPA es una organización similar a InterVarsity en los Estados Unidos. Cada movimiento está afiliado a la Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos CIEE. Emily Ortiz, nuestra actual becaria de GML también participó en el movimiento en Guatemala durante su licenciatura. COMPA tiene una gran red de exalumnos y una de sus prioridades es mantener a sus exalumnos conectados con oportunidades de posgrado. La UNAM es actualmente la universidad más grande en las Américas y confiamos que GML pueda ser una oportunidad para alguien de COMPA, ayudando a abrir un camino de una gran Universidad Latino Americana a GSSW, la escuela de Trabajo Social de Baylor.
El centro de desarrollo temprano en Tepipilli, iniciado por Javier y su esposa con el fin de brindar apoyo a largo plazo (“De la cuna a la carrera”), tiene por objetivo aliviar la pobreza extrema a través de un modelo de dos generaciones, lo que significa que el personal no solamente trabaja con los niños que asisten al Centro pero también con sus familias, realizando visitas al hogar y proveyendo entrenamiento. El centro se enfoca en higiene, nutrición, inteligencia emocional, agricultura y en terapia del lenguaje entre otros, utilizando el modelo Montessori para guiar a los niños. Había niños asistiendo al centro que hace seis meses no tenían una comunicación verbal quienes ahora están hablando con fluidez, un testimonio vivo del trabajo dedicado del personal con esta comunidad.
Tepipilli puede parecer un lugar difícil para vivir. No hay agua potable y en Centro de Desarrollo es una de las pocas construcciones en la aldea. Existe una gran cantidad de abuso en la comunidad, otro de los aspectos que el personal del Centro está abordando con las familias en sus visitas. Algunos compañeros de viaje eran trabajadores sociales y pediatras, capaces de realizar no sólo exámenes físicos, sino evaluaciones de salud mental a los padres de los niños, e incluso exámenes de autismo y otras condiciones neurotípicas. Cabe resaltar que la base del Centro es la integración del personal con la comunidad, creando confianza y relaciones con las familias a las que apoyan. El personal de GML conoció a estos colaboradores, individuos que hacen Trabajo Social sin títulos de Trabajo Social, y se preguntó si alguno de ellos estaría algún día interesado en asistir a la GSSW como becario de GML. ¡Tendrían mucho que enseñar a nuestra comunidad!
El equipo de GML fue muy bendecido al poder realizar este viaje. Desde las conexiones con empleados y donantes de CBF hasta ver de primera mano el tipo de trabajo que nuestros becarios latinoamericanos podrían hacer en sus comunidades de origen, la mano de Dios es evidente en todo.